Este año, el Poder Judicial del Estado de Durango, despidió a entrañable compañeros servidores judiciales que perdieron la vida, cuyo recuerdo sigue presente en la comunidad judicial duranguense, en memoria de quienes se montó un colorido altar de muertos, en el vestíbulo del Tribunal Superior de Justicia.

El Voluntariado de este Poder, fue el encargado de edificar el altar en marcado en el día de los difuntos, que en México se conmemora cada 2 de noviembre. De esta manera, se mantiene vivía esta tradición tan característica del pueblo mexicano.

En esta ocasión, se encuentran en el altar las fotografías, del maestro en Derecho Esteban Varela Ramos, quien en vida fungió como juez de primera instancias, su última adscripción que le asignó el Consejo de la Judicatura la desempeñó en el Tribunal de Control y Enjuiciamiento del Primer Distrito Judicial con residencia en Durango capital.

Acompañan a la fotografía del juez Varela Ramos, la del licenciado Ricardo López Alanís, quien se desempeñó como secretario de acuerdos del Juzgado Primero Mixto del Segundo Distrito Judicial con residencia en Ciudad Lerdo, en la región Laguna del estado de Durango.

Además, las de las queridas compañeras Salustia Pérez Ordaz, actuaria notificadora del Décimo Tercer Distrito Judicial con residencia en el municipio de Nombre de Dios, y Alma Berta García Ruiz, escribiente adscrita al Archivo del Tribunal de Enjuiciamiento del Primer Distrito.

Todos ellos, forman parte de la gran familia judicial de Durango, y sus nombres han quedado plasmados en la historia de este Poder público estatal.